Ferrer_i_Guardia

El que tomaría el nombre simbólico de “Cero” en la R.·. L.·. “La verdad” de Barcelona, había nacido en el seno de una familia campesina enriquecida.

Desde joven, se involucró en política, sirviéndose de su trabajo como revisor del ferrocarril para hacer de enlace con la frustrada sublevación de Zorrilla (también masón y, posiblemente, el introductor de Ferrer i Guardia en la Orden que contaba con destacados republicanos federales como Pelai Massanet i Simón, Agustí Trilla i Alcover o Rossend Anís). Ante el fracaso del intento de acabar con el régimen de la Restauración, como a tantos otros, no le queda más remedio que exiliarse a Francia, donde entrará en contacto con los defensores de una enseñanza laica que impulsara el librepensamiento y con figuras del anarquismo como Piotr Kropotkin, Elisée Réclus, Charles Malato, Jean Grave o Paul Robin; si salió de España inclinado al republicanismo, tras el exilio regresará con ideas anarquistas; si bien sus ideas políticas cambiaron, no lo hizo su afiliación a la masonería (en Francia se afilia a la R.·.L.·. Les Vrais Experts dónde ostenta altos grados).

Si hacemos caso al estudio hecho por P. Alvarez Lázaro, los lazos masónicos más fuertes de Ferrer eran con a la masonería francesa, y para ella prestó diversos servicios, entre ellos informar sobre las organizaciones españolas y algunos de sus dirigentes.

A su regreso del exilio, no se afilió a Logia alguna, si bien mantuvo buenas relaciones con la Gran Logia Simbólica Regional Catalana Balear y con masones lerrouxistas. No eran tan buenas las relaciones de Ferrer i Guardia con el Gran Oriente español (minoritario en Catalunya pero hegemónico en el resto del estado)

Gran_Oriente_Español

Aunque Ferrer i Guardia fue masón desde muy joven, su nombre no aparece en una de las fuentes más importantes sobre la masonería en España, “El diccionario enciclopédico de la masonería” a cargo de Lorenzo Frau, Rosendo Arús y Luis Almeida, que posteriormente lo completó, algo que no deja de ser curioso.

Como pedagogo fue el artífice de la llamada “Escuela Moderna”, a la que consideraba como el pilar de una revolución social cuya base fuese la educación. Divorciado de su primera esposa (parece ser que la principal causa fue el carácter extremadamente religioso de ella) se unió Ernestina Mounier, a cuya muerte, Ferrer i Guardia heredó una nada desdeñable cantidad que no sólo no lo apartó de los círculos obreristas para retirarse a una vida más sosegada, sino que le permitió llevar adelante su proyecto educativo en la que la mayoría de sus colaboradores eran masones. Formaban parte de su junta directiva los hermanos Litrán, Lorenzo, Eudald Canibell, Jaume Peiró, Jaume Brossa y Salas Antón. Otros masones prestaron su colaboración como Rogelio Columbié (maestro del centro Ferreriá y colaborador en su boletín y en la Liga Internacional para la Educacion Racional de la Infancia, fundada por Ferrer)

Educación

El proyecto despertó las simpatías de algunos masones, como Ignasi Bo i Singla, de la R.·. L.·. Rendición, que felicitó a Ferrer i Guardia (al que se dirige como hermano y amigo) en el boletín oficial de la Gran Logia Simbólica Regional Catalana Balerar.

Otros masones como Andrés Martínez Vargas (rector de la Universitat de Barcelona durante la dictadura de Primo de Rivera) y Odón de Buen impartieron clases en la Escuela Moderna.

Los principios de la Escuela Moderna, supongo, debieron espantar a “la gente de bien” más dada a la educación religiosa y a unos encorsetados usos sociales. En la España de los albores del siglo XX Ferrer i Guardia hablaba de librepensamiento y de colegios mixtos y laicos (otras propuestas educativas iban en el mismo camino). No menos extrañaría la idea de suprimir exámenes y dar libertad a los niños para experimentar por sí mismos y después redactar sus experiencias.

Ignoro si este último punto daría buenos frutos (conocemos muchos intelectuales autodidactas, entre ellos el propio Ferrer i Guardia, y muchos mastuerzos con título universitario, es cierto, pero no podemos de ello deducir de ello que el plan educativo de la Escuela Moderna diese buenos resultados en la mayoría de la población)

La intención de su proyecto, nos lo hace llegar el propio Ferrer i Guardia cuando dice “Contra los males producidos por las generaciones sumergidas en el error y la superstición, de los cuales si muchos individuos se libran es para caer en antisocial escepticismo, es eficacísimo remedio, sin desechar otros no menos eficaces, educar e instruir la generación naciente en los principios puramente humanistas y en el conocimiento positivo y racional de esta naturaleza de que forma parte”.

Pronto la corona, la burguesía y la iglesia estuvieron de acuerdo en asociar a la Escuela Moderna con el terrorismo anarquista y la promoción de la sedición.

La excusa de caer con todo el poder del estado sobre La Escuela Moderna le vino dada por el antiguo bibliotecario de la Escuela, Mateo Morral, artífice de un atentado fallido contra el rey. Durante un buen tiempo las autoridades estuvieron ajetreadas arrestando anarquistas y cerrando centros racionalistas.

Mateo_Morral

La Escuela Moderna fue clausurada y Ferrer i Guardia pasó un año en prisión (posteriormente fue absuelto por falta de pruebas). En ningún momento el Gran Oriente Español defendió a Ferrer i Guardia, es más, el Gran Maestre de la orden se dirigió a la masonería extranjera, sobre todo la italiana, para que no acudiesen en su defensa de manera abierta amparándose en el principio de que la masonería ha de respetar las leyes e instituciones del Estado, pudo influir el hecho de que la masonería española intentaba deshacerse de la imagen que habían fabricado de ella como conspiradora y enemiga del estado; el anarquista Charles Malato, del Gran Oriente Francés, se erigió en su defensor sin ambages. También acudieron en su defensa el G.O.F., la Gran Logia Simbólica Regional Catalana Balear y su Logia Madre, la R.·. L.·. “Verdad”.

Pero todos sabemos que en época de absolutismos (aunque se disfracen de democracias en la que dos partidos pactan turnarse y el caciquismo está en todo su esplendor) es peligroso ser una nota disonante. Ferrer i Guardia acabará, sin pruebas, siendo vinculado a La semana Trágica. En 1909 lo fusilan en Montjuic acusado de ser su instigador en un juicio a cargo de un Tribunal Militar con poco apego a las pruebas y a la justicia.

Ferrer

Las protestas por esto se hicieron oír en toda Europa; en Bruselas se alza un monumento en honor a Ferrer i Guardia como “mártir de la libertad”.

Ferrer i Guardia generó controversias tanto en vida como tras su muerte. Encontramos tanto a sus más incondicionales defensores como a sus furibundos detractores. Posiblemente sea aquí necesario un número tres que una los opuestos.

Unamuno se refiere a él diciendo “la obra de incultura y barbarización de aquel frío energúmeno, de aquel fanático ignorante”, he de indicar aquí que ignoro si lo dijo cuando el propio Unamuno se dejaba acompañar de falangistas, aunque, todo sea dicho, al final de sus días de desligó de ellos si alguna vez estuvo realmente unido. Otros personajes ligados a la derecha como de La Cierva o Pío Moa tampoco se guardan de manifestar su animadversión ante el personaje.

En el extremo contrario, el pedagogo Antonio Nadales se deshace en halagos a la Escuela Moderna y a su artífice.

Alejándose de pasiones en uno u otro sentido, Cuevas Noa, en su obra “Anarquismo y educación” nos hace llegar las características de la Escuela Moderna y sus influencias, entre las que destaca la de la masonería.

La escuela moderna no fue ni la primera escuela libertaria ni la primera escuela laica, pero sí una de las más conocidas, quizás, por la habilidad de Ferrer i Guardia para elaborar su ideario en base al sincretismo de las nuevas influencias pedagógicas como a las influencias de su fundador y su mitificación tras su ejecución

No podemos decir que la Escuela Moderna esté directamente vinculada a la masonería, pero sí guarda en común con ella, así como con el anarquismo, la promoción de los valores humanistas y laicos y cierta visión optimista del ser humano; no podemos, tampoco, olvidar que muchos masones colaboraron con ella y la apoyaron.

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. Buenas noches.

    Echo de menos hablar de documentos escritos, que recogió su propia hija. En cartas desde la cárcel el ateísmo y el anticlericalismo de Ferrer i Guardia es más que patente, para él, las religiones son el origen de todos los males. No me atrevo a afirmar tanto, pero, normalmente, si no son el origen son la coartada.

    En «Envidia» plantea la teoría de que es Dios quien envidia a los humanos (y no los humanos los que quieren ser como dios); los humanos crearon un dios y no lo pudieron controlar. Vaya, que esta obra muestra el mismo profundo ateísmo y anticlericalismo que la anterior.

    No es de extrañar visto esto que los grandes poderes pero, sobre todo, una Iglesia Católica poco acostumbrada a tal oposición frontal, estuviesen muy interesados en la ejecución de Ferrer i Guardia. El proceso en el que se le acusa sin pruebas de participar en la Semana Trágica (que todo sea dicho explotó por la oposición a que a que se enviasen tropas a África para mantener bajo control español las minas del RIF en donde buena parte de la élite tenía intereses, incluidos el Conde de Romanones y el propio monarca Alfonso XIII) contribuyó en gran medida a su mitificación. Posiblemente, si hubiese muerto en su cama no sería tan recordado

    Un saludo

    1. Muchas gracias Aurora por compartir con nosotros tus conocimientos sobre una figura tan relevante como Ferrer i Guardia.
      Es un placer que nos leas y esperamos tus comentarios en futuras publicaciones.
      Muchas gracias de nuevo y un saludo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *