No me tocaba aún, pero las circunstancias me han llevado a estrenarme hoy en esta delicada y no oficial, pero si oficiosa posición, que es la Columna de la Armonía.
Yo no os hablaré de música, pero si os hablaré de diferentes músicas, de sus historias o de las historias más o menos afortunadas de sus compositores o intérpretes.
Para aquellos que no lo hayáis reconocido, he querido empezar con el virtuoso violín de Ara Malikian.
Nacido en el Líbano en el año 1968 y de etnia armenia, sus abuelos tuvieron que huir como refugiados, de lo que hoy conocemos como Turquía, debido al genocidio armenio que emprendió el partido nacionalista “Comité de Unión y Progreso, Los jóvenes turcos como se les conocía popularmente, tras derrocar al último sultán del Impero Otomano. Este genocidio se inició durante la primera guerra mundial y se prolongó hasta bien entrados los años 20 del pasado siglo, genocidio que nunca ha sido reconocido oficialmente por las autoridades de dicho país. Se calcula que entre 1915 y 1925 fueron torturados o asesinados entre un millón y un millón y medio de armenios mientras el imperio otomano emitía sus últimos estertores.
Aprendió a tocar el violín a través de su padre a muy temprana edad y además de ganarse la vida tocando en bodas y banquetes tanto de judíos como de árabes en su país natal (he de decir que en un concierto suyo al que pude asistir en el año 2016, no con poca sorna, dijo textualmente que gracias a su apariencia podía pasar por judío o árabe y eso fue económicamente una gran ayuda para la familia), también se dedicó a amenizar los largos encierros en sótanos para protegerse de las bombas lanzadas en la guerra del Líbano que se inició 1975, algo que demostró que el Líbano no fue un buen país donde refugiarse, a pesar de llamarle la Perla del Mediterráneo.
A los 14 años el director de orquesta Hans Herbert-Jöris le escuchó y consiguió que le becaran por su talento y como un nuevo refugiado más en su familia, se trasladó a Alemania, convirtiéndose a los 15 años en el alumno más joven admitido nunca en la prestigiosa escuela Hochschule für Musik und Theater de Hannover.
A partir de ahí todo vino rodado, ha tocado como primer violín o concertino en orquestas de la talla de la Tokio Symphony Orchestra, London Chamber Orchestra, Genova Opera Orchestra, la Sinfónica de Madrid, la Sinfónica de Portugal, la Orquesta de Cámara de Tubingen, Virtuosos de Moscú, Filarmónica de Belgrado y un largo etc…
Finalmente dio el paso y se independizó de las filarmónicas empezando a tocar en los años 90 en diferentes bandas como Culture Club o en la banda de Boy George, el cual lo despidió por no llegar a tiempo a su concierto en un festival de Woodstock por quedarse hipnotizado, como él cuenta, por la música de Radiohead de la cual ha hecho varias versiones a violín, de temas como “No surprise” o “Paranoid Android”.
Actualmente vive en Madrid con Nata, su pareja y actriz de profesión, y su hijo común Kairo, al que compuso una hermosísima pieza “El Vals de Kairo”.
Qué hemos escuchado hoy: hemos entrado con el tema “Sirdes Mouté u Tapour” compuesta por el propio Ara Malikian, fuertemente enraizada con sus orígenes, incluida en el álbum “ARA”.
Para el encendido de luces y el cierre de los trabajos he escogido dos piezas clásicas de los álbumes “Royal Garage” y “Petit Garage” respectivamente, la primera el Largo del Concierto para clave y orquesta en FA Menor BWM 1056 de Johan Sebastian Bach, y la segunda el Lacrymosa del Requiem de Mozart interpretada en directo.
Otro tema puramente clásico elegido, es el Aria de Bach que hemos escuchado en el pase del Tronco de la Viuda y el Saco de proposiciones. Es una versión en directo con la que hay que tener mucho cuidado si se utiliza en tenida porque si en el momento en concreto en el que se utilice se alarga, acaban sonando los aplausos. En general os recomiendo moderación con los agudos si utilizáis piezas de Malikian en tenida. Esta versión está incluida en el álbum “Symphonic at las Ventas” grabado íntegramente en concierto en la Plaza de toros de las Ventas de Madrid.
Para la firma de las actas y para los momentos de reflexión he utilizado dos piezas incluidas en el álbum “Tears of beauty”.
La primera, una versión de Yumeji’s Theme compuesto por el compositor japonés Shigeru Umebayashi, incluida en la BSO de la película “In the Mood for Love”, del director Wong Kar-Wai, producida en Hong Kong.
La segunda, una versión de la pieza compuesta por el compositor español Alberto Iglesias, “Soy Marco”, incluida en la BSO de “Hable con ella” de Pedro Almodóvar. Hay que prestar atención especial a este compositor extremadamente prolífico en BSO, que, aunque no muy conocido a nivel popular, ha estado nominado a los Oscar en cuatro ocasiones y ha ganado once premios Goya. Tal vez algún día prepare una tenida íntegramente suya.
Pero volviendo a Ara Malikian, el eje musical de esta tenida, he reservado para la salida del Templo, un tema que nos muestra otra cara de la actividad musical de este compositor e interprete. Se trata de una pieza, llamémosle “experimental”, donde se fusiona lo más clásico de Johan Sebastián Bach con el flamenquito bueno de Jose Luis Montón, incluida en el álbum titulado “Payo Bach”. El tema se titula “C’mon”. Deberéis disculparme por esta pequeña licencia que me permito, pero para mi la música, es en mi vida como el aire que respiro, vital. Hay personas que asocian recuerdos a los olores, a imágenes, en mi caso la música puede transportarme a cualquier punto concreto de mi vida con una precisión casi milimétrica. Por eso, al escoger a Ara Malikian, muy acorde en cualquier tenida, irremediablemente se situó a mi lado alguien que adoraba a Ara Malikian y que me inoculó el flamenco en las venas. Jamás conseguimos ver un concierto suyo juntos pero su influencia permanece en mí, aunque su ausencia cada día pese más.
Por ser la primera tenida, ¡va por usted Maestro!
Nota: Os dejo el enlace a la lista de reproducción en el orden que han sonado en tenida, donde se incluyen más temas interpretados o compuestos por Ara Malikian que no querría llamar descartes, simplemente no ha habido más espacio en tenida para que las pudierais escuchar.
